La mentalidad emprendedora no es un concepto abstracto: es la diferencia entre una empresa que sobrevive y otra que crece con estrategia. Si tu PyME enfrenta desorden, decisiones sin claridad y falta de foco, es momento de trabajar primero en la forma en la que piensas y actúas como líder.
Tu empresa es el reflejo de tu mentalidad. Si como fundador no tienes dirección, tu equipo tampoco. El desorden interno, la falta de prioridades y la confusión en la toma de decisiones son síntomas de una mentalidad sin estrategia.
Una mentalidad sólida no se basa en motivación pasajera. Se fortalece con:
La mentalidad emprendedora no se trata de soñar más, sino de pensar mejor y ejecutar con método.
En Lógika creemos que la mentalidad es el punto de partida, pero no basta sola: necesita estrategia y acompañamiento.